El convenio regulador es el documento confeccionado por un abogado para regular las relaciones familiares en separaciones y divorcios de mutuo acuerdo.
La propuesta de convenio regulador puede ser presentada en el cauce de un procedimiento de familia amistoso en los Juzgados o ante notario, con el requisito en divorcio notarial de que no existan hijos menores ni incapacitados.
Un convenio regulador no tiene un formato concreto, pero lo que es obligatorio es que sea supervisado por un abogado, pues en todo proceso de divorcio o separación es necesario al menos un abgoado.
El encargado de elaborar el convenio regulador es el abogado y él es el que lo confeccionará redactado a ordenador y con su propio modelo o formato.
El documento debe de estar firmado por ambos esposos. Lo normal es que se firme en todas las hojas con bolígrafo de color azul (de ser posible). A pesar de ello es perfectamente legal la firma digital, aunque algunos Juzgados aún siguen siendo reacios a dicho formato y prefieren firma manuscrita.
Qué es un convenio regulador
El convenio regulador es el documento rector de todo procedimiento de divorcio o separación en el que se fijarán una serie de pactos y estipulaciones que serán las que pasen a regir las relaciones familiares. Este documento podrá ser ejecutado judicialmente, pues es justo título para la ejecución ante cualquier incumplimiento.
Es por ello que tiene una importancia crucial que sea aquello que los cónyuges necesitan y ampare a todos los miembros de la familia. En derecho de familia el interés más digno de protección son los hijos comunes y es por ello que cunado hay niños se deben determinar las medidas paternofiliales y cuyo contenido deberá de ser revisado tanto por el Juzgado como por el Ministerio Fiscal.
El convenio regulador no está para separar, sino para ordenar una separación y dejar constancia de las pautas que podrán ser exigidas por ambos cónyuges, pues delimita dónde empiezan los derechos y obligaciones de los esposos.
Un buen convenio regulador puede resolver cualquier controversia legal posterior a una separación o divorcio evitando cualquier malentendido ni discusión de interpretación pues tiene vocación de no tener lagunas y contemplar todas las posibles casuísticas que puedan desarrollarse en la familia. No es posible pues la realidad siempre irá un paso por delante de la legalidad. Esto ha ocurrido por ejemplo en la pandemia en la que los convenios no contemplaban qué se debería hacer pues era algo no previsto y que de hecho no se puede tener previsto con exactitud pues habría que determinar probabilidades inciertas e infinitas. El objetivo a conseguir y que la normativa y convenios evolucionen para dar cobertura a las necesidades sociales de las familias.
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